Ayer fue el día, 10 de la mañana, autobús a Valencia. Después de unas cuantas horas de viaje, allí me estaba esperando Christophe con una de sus múltiples joyas con ruedas, y me llevó a su guarida, donde guarda el resto.
Después de una agradable charla, de contarnos cosillas, y cargar varias txutxerias en el maletero puse rumbo a casa con el blanquito, nervioso, como un niño con zapatos nuevos. Los primeros km fueron tranquilos, despacio, adaptándome al coche, buscando donde estaba cada cosa. Pero enseguida me encontré muy cómodo, y me di cuenta que tenía que vigilar la aguja de la velocidad porque sin darme cuenta la cosa se animaba
No tengo todavía fotos, ya que ayer llegué tarde, y hoy se ha liado a llover, pero bueno, casi todos lo conocéis ya.
Primera operación: arreglar la calefacción, que ayer pase un frío de mil demonios volviendo por la zona de Teruel, y aquí donde va a vivir, se hace como que imprescindible.
Y desde aquí también agradecer a Christophe su amabilidad y gran trato recibido por su parte. Un placer.
De ahora en adelante, nos veremos por aquí....
Pongo una de hoy a la mañana, aunque no es ninguna maravilla....


