Mi hermano y yo hemos hablado del asunto y, a pesar de que estabamos de acuerdo en que se podía llegar (despacito, eso sí), hemos decidido volver en ese momento por miedo a la vuelta de noche. A ver quién es el majetón que pilla el auto de noche con la carretara nevada después de un día entero de tormenta...
Bueno, espero que para Tarragona no nieve...
Unas afotos de lo que la nieve y la sal le hacen a una carrocería recién lavada.



